
CRÍA ILEGAL
En la otra cara de la moneda se encuentran las llamadas "granjas de cachorros", nombre referido al método de criar perros en un entorno industrial y de manera masiva, el cual supone un peligro para el bienestar de estos. Este método de criar en un entorno industrial y de forma abusiva ocasiona a los animales daños en muchos casos irreparables debido a las condiciones deplorables en las que son explotados: confinamiento en jaulas pequeñas, falta de contacto social, ausencia de ejercicio, cuidados mínimos... También cabe señalar que las madres de los cachorros son explotadas para la cría, teniendo cachorros en cada ciclo, a menudo sin poder moverse de sus jaulas.
El pasado octubre, la Guardia Civil desmanteló varios criaderos de perros en Gerona, en el que varios individuos importaban animales de Europa del Este para luego trasladarlos a fincas rústicas alquiladas en la provincia catalana. Según informes de los investigadores, sometían a los animales a condiciones de vida deplorables y los explotaban sexualmente con el objetivo de aumentar su reproducción. Posteriormente, ofrecían a los cachorros en diversas páginas web o los comercializaban en tiendas de mascotas.
Alejandra Mier, secretaria de la
Fundación Protectora del Principado de Asturias, advierte sobre la necesidad de
evitar estas prácticas llevadas a cabo por criadores irresponsables. Expone que
es crucial alejarse de aquellos criadores que mantienen a los padres en
condiciones deplorables, comparándolos con gallinas ponedoras confinadas en
jaulas. Además, resalta la venta irresponsable de cachorros sin garantías de
cuidado o salud, lo que resulta en problemas de salud posteriores. Mier
también enfatiza el riesgo asociado con las importaciones de perros de granjas
del este, instando a un esfuerzo colectivo para erradicar estas prácticas
perjudiciales.
Criaderos como estos existen hoy en día en muchas partes de España, los cuales todavía no se ha irrumpido su actividad. Este tipo de criaderos ilegales son acusados por los centros de protección animal, los cuales sí aseguran que hacen lo posible por el cuidado de los animales. Si una persona quiere comprar, la mayoría de estos centros aconsejan acudir a un criadero legal, que tenga a los padres de los cachorros bien atendidos y que de buenas garantías de enfermedades congénitas. Además, el criador debe vender el perro con microchip y con sus vacunas al día, y permitir al comprador ver a la camada, a los padres del cachorro y las condiciones en las que viven estos.
Iván González; educador canino y tesorero en Comvive; utiliza ejemplos impactantes para ilustrar las consecuencias de la cría irresponsable. Relata el caso de un hombre que tenía una perra para criar y obtener beneficios económicos para una secta religiosa. El hombre sufrió un derrame cerebral, por lo que Iván y su asociación se hicieron cargo de los perros de este hombre, entre ellos la joven perra que había sido explotada para reproducirse a una edad muy temprana. Sin embargo, gracias a la intervención de la entidad protectora, la perra encontró un nuevo hogar con una persona que actualmente le proporciona un buen espacio para vivir.
El educador enfatiza que, si bien muchas personas pueden no ser conscientes de las condiciones en los criaderos ilegales, hay quienes conocen la realidad pero optan por ignorarla, perpetuando así el ciclo de explotación animal. Explica que las perras reproductoras en este tipo de criaderos están continuamente preñadas, lo que las agota físicamente y las deja exhaustas a una edad temprana.
Es responsabilidad de cada uno de nosotros combatir la reproducción no autorizada y sin control de animales domésticos, ya que esta práctica no solo promueve el abandono y el maltrato animal, sino que también conlleva violaciones a normativas administrativas, fiscales e incluso penales.